martes, 15 de noviembre de 2011

Decameron- Noverla décima

El cuento empieza con el fin de otro anterior. En un primer momento sabemos que el narrador del cuento es Dioneo, y tendrá mucha relación con la história que va a contar, ya que es un cuento de temática erótica y Dioneo representa el amor lujurioso en Boccaccio.

El cuento tratará de amor carnal y la fuerza que tiene este sentimiento. Se nos situa la acción en la ciudad de Cafsa, en Berbería. La protagonista es una niña que se interesa por la religión cristiana y desea servir a Dios. Le aconsejan que para servir a Dios hay que abandonar los bienes materiales y que se retire a vivir sola. Entonces, Alibech, la joven va al desierto y se encuentra con una casa de un hombre que estaba guardando celibato, éste siente miedo de caer en el deseo carnal y le envía con otro hombre que se retiró a vivir solo. La niña llega a casa de Rústico, el santo varón (con solo leer el nombre ya sabemos la forma de ser y las características del personaje), él acepta enseñarla, para poner a prueba su fuerza de voluntad. Pero no lo resiste y la engaña diciendole que la mejor forma de servir a Dios es meter al Diablo en el Infierno (una metáfora que representa el acto sexual). Así él consigue apagar su necesidad, pero ella siente placer con el acto y ahora es ella quien tiene la necesidad y le pide a Rústico solo meter al Diablo en el Infierno, hasta que él no puede más. Un día la niña se ve obligada a volver a su casa para casarse.

Este es el final de la historia, la conclusión explica que por este hecho se hizo famosa la expresión de meter al Diablo en el Infierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario